Claroscuro
I
¡Vete! ¿Qué esperas? ¡Vete!
¿Qué?
¿Quieres que te de para tu
pasaje?,
me dijo
con su carita de ardilla
iracunda.
Sonreí sin voz,
salí de su pequeño cuarto
estrellado,
cerré la puerta
de su anchuroso hogar
y volví a verla
unos días después de fumarme
el último cigarrillo
de la cajetilla que compré
con su noble gesto.
II
Me buscó. Le di un beso.
En el fondo nos necesitábamos.
Dante Vázquez (Ciudad de
México)
blog: Dante Vázquez
No hay comentarios:
Publicar un comentario