The flame sky
Imagino el cielo –el paraíso–
Como una habitación fresca y celeste
Cortinas blancas como nubes
Movidas por la fuerza justa del viento.
Almas sobre almohadas de pluma
Respirando olor a vívere,
Y el nene devenido ángel
Cayendo lento,
chuavechito
chuavechito.
Senos perfectos perfumados a uva
Odaliscas danzando “The flame sky”.
Un aire acondicionado constante y eterno,
Como entrar al shopping una siesta de enero.
El cielo, si existe,
Es una banda ancha sin límites
Con acceso a todos los secretos del universo.
Diego Oddo (Santa Fe capital)
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